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Travestismo heterosexual, cuando nada

tiene qué ver con la orientación sexual

El travestismo es un rol de género cruzado, lo que significa que el hecho de utilizar ropa, accesorios o manerismos del género opuesto es independiente de la orientación.

De acuerdo a publicaciones del Dr. David Barrios Martínez, sexólogo clínico y director de la organización Caleidoscopia, “el travestismo es un rol de género cruzado, lo que significa que una persona utiliza la vestimenta, accesorios, manerismo y otros elementos que le corresponden al género opuesto, ya sea masculino o femenino, independientemente de su orientación sexual. Esto significa que no es necesario que quien se traviste desee ser mujer (en el caso de los hombres) o varón (en el caso de ellas), sino que en la mayoría de los casos está a gusto con su género”.

Esta es una expresión de la sexualidad, una conducta: travestismo heterosexual.Y puede no aludir a aspectos de deseo o placer sexual. Y en numerosas ocasiones, sí generar una expresión comportamental erótica, es decir se genera placer/deseo eróticos a partir del uso de la ropa del género opuesto. En otros casos, se dan aspectos de verdadero fetichismo hacia las prendas. En casos de expresiones exclusivas, supeditando sus respuestas sexuales al tocar, oler, sentir o usarlos pero, ojo, se es heterosexual.

En los últimos años se han creado clubes exclusivos para quienes viven dicha expresión comportamental y gustan compartirla con otros. Por lo regular se contactan por medio de recomendaciones, Facebook y otras redes sociales. En casas o establecimientos privados se reúnen -en su mayoría hombres (aunque también hay mujeres que gustan travestirse)- para ataviarse con vestidos de gala y hasta de novia, lencería, prótesis mamarias, pelucas, maquillaje y joyería,  y realizan distintas actividades como lectura, juegos de cartas, baile, banquetes,  que en muchos casos no tienen ningún fin sexual.

 

Lo interesante en puntualizar es que en dichos lugares  NO se dan dinámicas de intercambio sexual. Incluso, llegan a estar prohibidas. Y suelen  convertirse en centros de negocios ya que la clientela suele componerse de altos funcionarios y empresarios heterosexuales que encuentran lúdico y satisfactorio travestirse y dejarse observar, adquirir otra personalidad y un nombre femeninos.

Algunos van acompañados de sus parejas (mujeres) quienes apoyan y disfrutan su expresión. Como en cualquier grupo hay que tomar precauciones, informarse y evitar sorpresas que puedan comprometer la integridad física y emocional. Asimismo preguntar sobre las dinámicas, costos, reglas y protección de identidad. Ya que uno nunca sabe y muchos grupos puedes desvirtuarse o tener fines por demás sexuales, incluso integrando aspectos violentos.

Suena algo complejo en especial porque culturalmente solemos identificar al travestismo como parte de la homosexualidad pero en muchas pero muchas ocasiones nada tiene que ver. Recordemos no limitar ni crear clichés sobre la diversidad. Un homosexual no quiere ser ni lucir como mujer, es un hombre que se orienta afectiva y eróticamente hacia otros hombres. Quienes además incluyen manerismos, atuendos afeminados y maquillaje sin llegar como tal a un full, a travestirse, están adoptando otra expresión. Así como muchos heterosexuales pueden encontrar placer –incluso erótico- en utilizar ropas del género opuesto.

De acuerdo con un reportaje del periódico El Universal en 2003, “Asistir a clubes como Versus LifeStyle en el DF, puede costar de 36 a 96 dólares mensuales de acuerdo a los servicios contratados como uso de lockers, maquillista y otros; y acudir casualmente, unos 130 dólares” (en ese entonces). En dicha publicación los dueños aseveraron que “ningún hombre puede acudir en busca de sexo ni utilizar su nombre de varón”.

Fuente: El Blog de Elsy Reyes

www.elsyreyes.com

 

¿QUE DIABLOS ES UN FEMINOFILO?

Un Feminófilo es una persona de bien, que no le hace daño nadie, va a misa cada domingo, ayuda a su prójimo y tiene una moral intachable…¡

Por más que quisiera colocar en un pedestal a mis colegas no se puede porque sencillamente el ser Feminófilo no lo cubre a uno de un halo de espiritualidad.

Los feminófilos somos hombres normales, comunes y corrientes que tienen como hobby el vestir de mujer, así como a alguna mujer le gusta ponerse zapatos altos todos los días porque le fascinan, algún joven ponerse gorra y tiene una súper colección en su casa, jugar fútbol cada ocho días o practicar algún deporte extremo, etc.

A un Feminófilo le gusta vestirse de mujer cada fin de semana para estar en la casa y ayudar a su esposa en los “quehaceres domésticos” como dicen las señoras. O cada noche, al llegar a su casa después de un día agitado, botar a un lado la corbata, y ponerse ese vestido que recién compro en Studio F con esas sandalias de tacón 10 de tiritas y súper femeninas.

Un Feminófilo es un travesti heterosexual que le gustan tanto de las mujeres que por eso le fascina vestirse como ellas, las idolatra y se siente realizado cuando puede transformarse y pasar por mujer saliendo a la calle con una amiga para disfrutar de la vida desde la perspectiva femenina. Y si esta en Bogota, el día de solo mujeres lo aprovecha en todo sentido!

Un Feminófilo puede vivir en armonía interior solo cuando se ha aceptado como es, y de esta manera entiende la vida desde la perspectiva masculina y femenina haciendo que todo fluya de manera natural y equilibrada en su vida. Les gusta mucho la naturaleza, los animales y la mayoría de sus amigos son mujeres, a las que quiere y valora mucho.

Un novio Feminófilo, hará sentir a su novia la mujer mas especial del mundo, porque la ama profundamente y venera en todo su ser, y mas si ella sabe de su feminofilia. Generalmente son muy tiernos y calmados. Este novio no tendrá problemas en pasear con su novia todo un día viendo vitrinas y comprándole cosas a ella porque lo disfruta igual o mejor que ella.

Un marido Feminófilo entiende cuando su esposa le dice que esta gorda y cuando ella lo invita al salón de belleza para un nuevo corte, el gustoso la acompaña. Un marido así busca que su esposa este siempre a la moda y que su provisión de maquillaje nunca se acabe, igual es para los dos!.

En lo sexual, el Feminófilo es el hombre ideal porque entiende y comprende que no pude “venirse” así como así. Los abrazos, las caricias, los besos y la seducción tienen un espacio y un tiempo suficiente como para que ella llegue al orgasmo primero, lo suyo viene después.

La meta es la satisfacción plena de su pareja. Luego de semejante “comilona” en donde los dos quedan completamente satisfechos, continuara con sus besos y caricias. El no se volteara para el otro lado de la cama o te dirá vístete ya o ve a prepararme algo de comer que me dio hambre…el sencillamente te abrazara, de besara la nariz y te dirá gracias mi amor.

Un amigo Feminófilo escucha los problemas sentimentales de sus amigas y les presta su hombro para llorar y ellas le contaran hasta los mas mínimos detalles y sin saber porque se sienten tan bien con su compañía.

Este amigo es el que las cuida en las rumbas cuando ellas han tomado hasta más no poder. Es el que siempre les dará una respuesta cuando ellas le preguntan una y otra vez ¿porque los hombres son así…tan perros…tan bruscos…tan guaches…?

Un Feminófilo sufre amargamente cuando no se ha aceptado así, tiene constantes dolores de cabeza, y la ansiedad lo invade hasta mas no poder porque la fuerza femenina que esta dentro lucha por salir a cada segundo.

Por más que no quiera pensar en vestirse de mujer, siempre estará rodeado de mujeres que le recordaran este sublime placer como dice Vicente, nuestro Mariachi!

El pensara que se esta volviendo marica, amanerado, loca arrebatada u homosexual. Lo peor de todo es que se siente solo y no encuentra ayuda fácilmente, además no le puede contar a nadie por miedo al rechazo, al que dirán y a la burla publica. Su situación es muy difícil y por más que quiera “curarse” no podrá. No hay psicólogo, brujo o poción mágica que les ayude.

Pero cuando se liberan y se aceptan entran en un estado de paz interior que les da la fuerza suficiente de asumir su situación de una manera natural, y solo así es cuando entienden que no son bichos raros y que tienen también un espacio en esta sociedad al lado de los homosexuales, lesbianas y bisexuales.

Además, descubren lo más importante, al igual que Colon cuando descubrió América, no es exageración, así se siente. Descubren que no están solos, que hay otros hombres como ellos, con iguales gustos y disgustos. Unos mas adelantados como el marido que ha ganado reinados de belleza y su esposa es su maquilladora personal o los que todavía no le han contado a su novia por miedo de perderla.

Ese es un Feminófilo.

 
Publicado por Jessica Vanegas en